miércoles, abril 22, 2009

Pasad y esperad frente al altar...

Ocasionalmente la vida nos guarda sorpresas por demás inesperadas. La profesión del ilustrador puede ser muy divertida y gracias a ella tenemos la oportunidad de conocer personas y lugares muy interesantes así como desarrollar nuevas habilidades. Un caso curioso me sucedió hace ya algunos años cuando fui contactado por una empresa sui géneris, dedicada al entretenimiento y los espectáculos. Recuerdo que durante la primera entrevista de trabajo me preguntaron si me agradaba el género de terror, ya fuera en cine, libros o revistas, a lo que respondí honestamente que no. Yo creo que les urgía bastante un creativo porque a pesar de mi respuesta fui contratado, así que tomé el trabajo y comenzó la diversión.

En mi próximo blog la continuación de esta escalofriante historia... jajaja!

1 comentario:

Pión dijo...

gran trabajo compañero